miércoles, 28 de julio de 2010

Barack Obama,ya no es muy popular entre la comunidad Latina en EE.UU..


WASHINGTON (AP).— El sólido apoyo que tenían los hispanos para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, muestra algunas fisuras, según un sondeo de AP y Univisión, en una señal inquietante para los demócratas, desesperados por ganar el voto de ese sector, con miras a las elecciones intermedias que se celebrarán en noviembre entrante.

La mayoría de los hispanos sigue pensando que Obama realiza un buen trabajo (57%) según la encuesta Associated Press-Univision, entre más de mil 500 hispanos, contra 66% del año pasado, de acuerdo con un sondeo de la Quinnipiac University. Pero el sondeo de este año, auspiciado por The Nielsen Company y la Universidad de Stanford, indica que Obama recibe únicamente una tibia aprobación en temas importantes para los hispanos, lo cual podría ser un presagio incierto para el presidente y su partido.

En una comunidad que apoyó a Obama de manera muy significativa en 2008 y en su primer año en el cargo, sólo 43% de los hispanos entrevistados dijeron que Obama está abordando adecuadamente sus necesidades, entre las cuales la economía es una gran preocupación. Otro 32% estaba indeciso, mientras 21% dijo que había tenido un mal desempeño.

Esa posición es en cierta forma comprensible, dado que muchos más hispanos han padecido pérdida de empleo y apuros económicos que la población de Estados Unidos en general.

La promesa incumplida de reformar el remendado sistema nacional de inmigración, la cual tiene un enorme apoyo de los hispanos, también podría influir en ese resultado. Los latinos posiblemente estén inconformes, a pesar de que Obama impugnó la ley Arizona.

Sin embargo, 57% de hispanos aprueba el desempeño general del presidente en el cargo, contra 44% de la población general en la reciente encuesta nacional de la AP. “Ha sido difícil, pero creo que ha estado haciendo un buen trabajo”, expresó Tony Marte, un profesor de educación física de 33 años en Miami. Marte, oriundo de Nicaragua, votó por Obama en el 2008 y, hasta ahora, está satisfecho con la manera en que ha llevado la economía.

Pero Marte no está satisfecho con la labor de Obama sobre la reforma de inmigración. “No se ha hecho nada”, reclama y agrega que de ahora al 2012 Obama debe “estar pendiente de los grupos que lo pusieron allí. Los latinos. Las minorías”.

jueves, 8 de julio de 2010

Ni a almohadazos.


La resolución, a un mes de las elecciones, hace que el proceso se halle envuelto en una neblina de sospecha y que se encuentre desaseado. Es una mancha más de lo que en la columna Matarili se llama “la política dálmata” que se practica en México.

¿Por qué se dejó pasar tanto tiempo? Ese es, precisamente, el motivo del juego político: ganar tiempo, unos, y hacerlo perder, a otros.

En actuación existe lo que lo se llama ‘el taimin’, del inglés “taming”, que proviene, a su vez, de “time” o “tiempo”. Se refiere al ritmo de un parlamento o una escena. Hay representaciones que se frustran porque les faltó el ‘taimin’.

De la misma manera, en la política. La clase política es el equivalente al gremio de los actores, que deben saber cuando entrar o salir de escena. Por ejemplo, cuando un personaje muere o lo matan, literal o políticamente hablando.

Hace dos días se le dictó la formal prisión a Gregorio “Greg” Sánchez Martínez, por lo que el Instituto Federal Electoral (IFE) le retiró, ahora sí, sus derechos ciudadanos de ‘votar y ser votado’, por lo que dejó de ser el candidato a la gubernatura de Quintana Roo por la coalición Partido de la Revolución Democrática (PRD)-Partido del Trabajo (PT)-Convergencia. El “Greg”, preso y políticamente fulminado.

El también alcalde con licencia por Benito Juárez (Cancún), QR, sería presunto responsable de ilícitos vinculados con la delincuencia organizada, incluyendo ‘operaciones sospechosas’ de carácter financiero. Entre 2002 y 2008, habría realizado operaciones con recursos de procedencia dudosa o “sospechosa” por 27 millones de pesos, según la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.

Ese sería el menor de los delitos o uno más de los negocios en los que se hubiera visto involucrado “Greg”. Negocios bajo el cobijo de la política, como el del supuesto tráfico de personas desde Cuba, de donde es su esposa, de tránsito hacia Estados Unidos. Un caso que le interesa, por obvias razones, a Washington, al que le gusta ‘meter presión’ a México.

Gregorio Sánchez fue detenido la semana pasada, acusado de tener vínculos con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva y con ‘Los Zeta’. Un político, al parecer, con una ‘larga cola’, que era investigado desde hace tiempo y que se le acusa formalmente a unas cuantas semanas de las elecciones, sin que la coalición partidista tenga la oportunidad de poner un ‘emergente’.

Además, está el hecho de que conociendo sus ‘antecedentes’, el PRD, en coalición con el PT y Convergencia, lo haya nombrado su candidato, que en principio eran ‘rumores sin fundamento’. Un candidato al que se le cuestionaba su militancia de ‘izquierda’, y que era, no obstante, el único que podría vencer al PRI en Quintana Roo. Resultaba necesario ‘descarrilarlo’.

El asunto de “Greg” nos lleva a los nexos de los candidatos políticos con el crimen organizado y el ‘dinero sucio’ que podría llegar a las campañas y, en caso de ganar, a los gobiernos municipales y estatales. Los narcogobernantes.

Es claro que el ‘ganón’ de este río revuelto, mejor dicho, ‘revoltijo’, será el PRI, que se mantendrá firme en QR, a pesar de que la candidata panista, Alicia Ricalde, quisiera que el voto opositor se le uniera para sacar al tricolor. Todo vale.

El cacicazgo, y los negocios que se han edificado a su amparo, bien valen la guerra, así sea ‘guerra sucia’. ¿Hay, acaso, una ‘guerra limpia’? Ni a almohadazos.


Jose Maria Goenaga Paoli.